La Madre Tierra está enferma. Sus polos se están descongelando, sus aguas están contaminadas, sus recursos naturales están siendo explotados y agotados, sus piedras preciosas saqueadas, su flora y fauna extinguiéndose, sus tierras desaprovechadas, sus frutos confiscados para ser comercializados al mejor postor.
Observo desequilibrio, autodestrucción.
Luego de experimentar el estado de goce de la unidad hago consciencia que es mi mente la que se cree separada de la unidad y proyecta una creencia inconsciente de culpabilidad y no merecimiento: miedo a la plenitud, a ser feliz, a ser libre. Siendo consciente de esto me perdono por crear en mi mente un falso yo en un marco rígido e inconsciente de carencia y limitación. Cuando empezamos a cuestionar conscientemente las leyes del ego -y practicamos el proceso del Verdadero Perdón / Expiación- un cambio verdaderamente milagroso ocurre.
